La Luna tiene una reserva “secreta” de agua

Los futuros colonos de la Luna podrían tener mucho más fácil el acceso al agua gracias al hallazgo de una reserva secreta de agua dentro de perlas de vidrio producto del impacto de meteoritos en la superficie lunar.

Ha sido un descubrimiento de un equipo de científicos dirigido por HU Sen, del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia de Ciencias de China, que acaban de revelar en su estudio publicado en la revista Nature Geoscience, que en las muestras recolectadas por la sonda espacial china Chang’e 5 hay agua escondida.

Según la conclusión del trabajo, estas perlas de vidrio creadas por el enfriamiento del material derretido expulsado por las colisiones de meteoritos y que se encuentran en toda la Luna, podrían contener cantidades significativas de agua; mucha más agua de la que se pensaba anteriormente, lo que representaría una fuente idónea para extraer agua de cara a futuras exploraciones lunares.

Según los expertos, debe haber un depósito de agua aún no identificado en los suelos lunares que tenga la capacidad de amortiguar el ciclo del agua de la superficie lunar. Por ello, los científicos propusieron las perlas de vidrio de impacto como candidato potencial para el depósito de agua no identificado en los suelos lunares.

¿Otra buena noticia? Que el agua atrapada en estas pequeñas perlas de vidrio podría ser útil durante futuras exploraciones porque es fácil de extraer. Y… spoiler: podría haber otros cuerpos celestes igualmente ricos en perlas de agua.

Crean ‘cemento cósmico’ para construir casas en Marte

Pensar en cómo dar cobijo a los futuros colonos de Marte trae de cabeza a los ingenieros espaciales. Dado que no sería posible un regreso rápido a la Tierra durante las misiones en el espacio profundo, es importante confiar en los materiales que se pueden encontrar allí en Marte (ya que transportarlos es realmente costoso).

Ahora, un equipo de científicos del Future Biomanufacturing Research Hub parece haber dado con una solución muy interesante: un cemento cósmico hecho de polvo marciano que es el doble de resistente que el cemento tradicional. Si el tradicional soporta hasta 32 megapascales, este lo hace hasta 72 Mpa.

Parece broma, pero la receta de este ‘cemento de las estrellas’ es: una mezcla de polvo planetario que se encuentra en la superficie de Marte, almidón de patata y una pizca de sal que podría provenir de las lágrimas de los astronautas, según apuntan los investigadores en su estudio publicado en la revista Open Engineering.

Además, a diferencia del cemento tradicional, cuyo proceso de fabricación requiere temperaturas de cocción muy altas y grandes cantidades de energía, el cemento cósmico se puede preparar en un horno común o incluso en un microondas a las temperaturas normales de cocción, lo que ofrece costos de energía reducidos para la producción en masa.

Quizá podría ser una buena idea plantearlo como alternativa al cemento y hormigón que representan alrededor del 8% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2). Sería una alternativa mucho más respetuosa con el medio ambiente que los métodos tradicionales.

Referencia: 

Aled D. Roberts & Nigel S. Scrutton. 2023. StarCrete: A starch-based biocomposite for off-world construction. Open Engineering 13 (1); doi: 10.1515/eng-2022-0390

¿De dónde vienen los nombres de los planetas?

Zeus, Cronos, Hermes, Poseidón, Ares, Afrodita. Todos son nombres de deidades poderosas que reinaron en las cumbres del Monte Olimpo durante el esplendor de la Grecia Clásica. Más tarde, como consecuencia de las campañas militares del Imperio Romano, estos dioses cambiaron de nombre: Júpiter, Saturno, Mercurio, Neptuno, Marte, Venus.

A pesar de este cambio de identidad, los dioses griegos mantuvieron sus mismos atributos cuando fueron trasladados al panteón sagrado de los romanos. Incluso su configuración como seres celestes divinos permaneció intacta: se les seguían atribuyendo los mismos poderes sobre la naturaleza y sobre las pasiones de los seres humanos.

Ahora bien, ¿qué importancia tiene esto en la astronomía y la física contemporáneas? Sencillamente, que los cuerpos celestes de nuestro Sistema Solar reciben sus nombres de esta concepción del Universo. Diversas formaciones estelares, satélites e incluso galaxias enteras son identificados a partir de los mitos de la cosmonogía grecolatina.

De manera general, puede decirse que nuestro sistema solar pertenece a la Vía Láctea. Los planetas, por su parte, se han categorizado en dos grandes rubros: los terrestres y los jovianos, divididos por un gran cinturón de asteroides. Aquí te explicamos el origen del nombre de cada uno de ellos.

Planetas terrestres

De acuerdo a la definición de la NASA, los planetas terrestres, son rocosos y compactos.  A esta categoría pertenecen, en orden de aparición, los siguientes:  Mercurio, Venus, Tierra y Marte.

Mercurio recibe su nombre de Hermes, el dios mensajero entre los seres humanos y Zeus. En la iconografía griega, se le representa generalmente con alas en los pies. Por su parte, Venus se nombró en honor a la diosa de la belleza y del amor, Afrodita. Marte, sin embargo, hereda la identidad de Ares, el dios de la guerra.

Planetas jovianos

Los planetas que caen bajo esta categoría se distinguen por sus dimensiones gigantescas. Entre ellos, está Júpiter, a quien le corresponde el nombre de Zeus, dios del rayo y del Universo. Inmediatamente después, se encuentra Saturno, quien en la tradición mitológica grecolatina, es el dios del tiempo.

El séptimo planeta del sistema solar es Urano. En estos términos, es un caso especial, ya que no recibió el nombre de ningún dios de la Antigüedad Clásica. Sin embargo, sí es un personaje mitológico: se trata de un titán que personifica al cielo estrellado. Por último, se encuentra Neptunoel amo y señor de los mares en este panteón milenario.

Beso Celestial entre Venus, Júpiter y la luna

Este fenómeno astronómico ofrece una óptica para ver a Júpiter, Venus y la luna, en el cielo nocturno.

Ver la conjunción de Júpiter y Venus es uno de los mayores eventos astronómicos del 2023, y no se volverá a repetir hasta el año 2025. La conjunción de los planetas comenzó desde hace unos días, entre el martes 21 y el jueves 23 de febrero, en diferentes partes del mundo, pero en estos días de marzo alcanzarán su punto máximo en el cielo.

El planeta más iluminado y el gigante gaseoso se verán como dos orbes casi tocándose, separados por menos de 1 grado en el cielo nocturno. Serán algunas horas cuando los astros aparezcan uno muy cerca del otro debido a las órbitas que siguen cada uno alrededor del Sol.

Se trata de una ilusión óptica visible desde la Tierra que al completar sus respectivos recorridos, Júpiter y Venus en cierto momento se alinearán en referencia a nuestro Planeta Azul.

Para ver el fascinante espectáculo no se necesitan binoculares o telescopios, ya que podrá disfrutarse a simple vista. Aunque sí es necesario colocarse en dirección hacia el oeste y fijar la mirada en esa dirección. De esta manera se evitará el brillo de las estrellas en esa zona y podrá apreciarse claramente la conjunción de los planetas.

Asimismo, se podrá distinguir a ambos planetas, ya que Venus lucirá más brilloso e intenso que Júpiter. Otro punto para localizarlos es considerar que el evento astronómico ocurrirá con los astros localizados a la izquierda de la constelación de Pegaso.

Un punto de vital importancia para ver este fenómeno es buscar un sitio donde pueda admirarse el cielo; donde casi no exista la contaminación lumínica. Los puntos más alejados de la ciudad o de zonas muy pobladas son el escenario perfecto para observar el fenómeno astronómico.

Este fenómeno es grandioso, ya que, aunque el volumen de Júpiter es casi 1500 veces mayor que el de Venus, Venus brillará más intensamente que Júpiter. Tras la conjunción de los planetas mencionados, vendrán más fenómenos que serán visibles este 2023 en México.

Será hasta el 11 de abril, que Venus volverá a ser protagonista de un acercamiento al cúmulo de estrellas Pléyades, conocido como las Siete Hermanas y durante esa misma noche Mercurio podrá ser visto con claridad, ya que alcanzará su punto más alto en el cielo.

Ahora Júpiter es el planeta con más lunas

Los dos planetas con más lunas conocidas en nuestro Sistema Solar son Júpiter y Saturno. Los astrónomos encontraron 12 lunas nuevas que orbitan alrededor del planeta más grande de nuestro Sistema Solar. Con ello, Júpiter hoy contabiliza 92 lunas, y Saturno posee 83, en la actualidad. Esto es lo que sabemos de las lunas nuevas en Júpiter.

Este nuevo hallazgo se publicó en las circulares del Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional, que lleva un registro de todos los pequeños cuerpos descubiertos en el Sistema Solar.

Un hallazgo accidental

El astrónomo de la Institución Carnegie para la Ciencia, Scott Sheppard, hizo el hallazgo de las nuevas lunas de Júpiter tras descubrir por accidente un numeroso grupo de lunas jovianas desconocidas cuando se encontraba estudiando el hipotético Planeta Nueve en el Sistema Solar exterior.

“En realidad, no es tan extraño que acabemos de descubrir estos objetos. Son bastante pequeños y tenues y difíciles de ver, especialmente cuando tienes a Júpiter justo ahí siendo todo grande y reflectante”, dijo Sheppard.

Sky & Telescope informa que nueve de las lunas recién descubiertas están bastante alejadas de Júpiter y orbitan en movimiento retrógrado, es decir, en dirección opuesta a la rotación del planeta.

Para confirmar que se trata de una luna, los astrónomos deben realizar observaciones de seguimiento, un mes y un año después, para asegurarse de que el objeto sigue orbitando alrededor de un planeta. Esto también permite cartografiar la órbita del objeto.

Es muy probable que los astrónomos sigan descubriendo nuevas lunas en ambos planetas con el paso de los años. Así que la competencia entre Júpiter y Saturno no hace sino avanzar sin que todavía haya un ganador absoluto.