¿Cuánto puedes bailar antes de caer rendido? Ahora imagina estar del otro lado: en la cabina, mezclando sin parar por días. Literal.
No hablamos de un rave de 12 horas ni de una fiesta de after. Hablamos de verdaderas hazañas humanas, donde la música no se detiene ni para dormir. Estos son los sets más largos de la historia, y quienes los hicieron, lo dieron todo.
DJ Obi – 240 horas (10 días – 2016, Lagos)
El nigeriano DJ Obi rompió el récord mundial tocando durante 10 días. Según Guinness, debía tener a alguien bailando en todo momento y no repetir una canción en 4 horas. “Empecé a alucinar después del cuarto día”, confesó.
Norberto Loco – 200 horas (8 días – 2014, Dublín)
El argentino radicado en Irlanda, Norberto Selmaj, conocido como Norberto Loco, aguantó ocho días tocando en el Temple Bar de Dublín. Usó descansos acumulables de 5 minutos por hora para dormir.
Smokin’ Joe Mekhael – 168 horas (7 días – Australia)
Este DJ australiano llegó a los 7 días de música sin parar. En entrevistas declaró que meditaba en los breaks permitidos para no colapsar.
Rene Brunner – 150 horas (casi 6 días – Austria)
Aunque no tiene récord Guinness, Brunner fue documentado como uno de los primeros en intentar una maratón así, en los 2000s.

DJ Alan D – 120 horas (5 días – 2009)
Uno de los intentos más destacados de Reino Unido. Lo hizo para una causa benéfica, según reportes de medios locales.

Joseph Capriati – 25 horas (2017 – Heart Nightclub, Miami)
Una sesión intensa que rompió los límites del techno en Miami. Capriati no paró durante 25 horas en el Heart, y fue uno de los sets más virales del año.

Reinier Zonneveld – 11 horas 11 minutos (2023 – Karren Maar Festival, Arnhem)
En su propio festival, Reinier se aventó un set en vivo de 11 horas y 11 minutos, ganándose el récord Guinness al live setde música electrónica más largo jamás registrado. Fue una descarga de techno sin pausas, con una energía que dejó claro por qué es uno de los más grandes de la escena actual.

Lo que implica un set así: más allá del récord
Estos DJs no solo mezclaron canciones. Prepararon cuerpo, mente y entorno. Tuvieron médicos de apoyo, breaks estratégicos, y hasta alucinaciones. Lo hicieron porque aman la música… y porque tenían algo que demostrar: que el beat puede vencer al tiempo.
