China batió el récord mundial con miles de drones en el cielo

La noche cayó en Liuyang y el cielo se volvió una pantalla. Miles de puntos de luz comenzaron a moverse con precisión quirúrgica, formando figuras en 3D, flores, constelaciones y un árbol que parecía respirar. No eran fuegos artificiales: eran 15 947 drones volando al mismo tiempo, el nuevo récord mundial que acaba de romper China.


El cielo más coreografiado del mundo

Liuyang —una ciudad famosa por su industria pirotécnica— cambió los explosivos por algoritmos. Según el registro oficial de Guinness World Records, se trata de “la mayor cantidad de drones volando simultáneamente controlados desde una sola computadora”.
El show formó parte del Festival Internacional de Fuegos Artificiales de Liuyang, y fue diseñado por High Great Technology, una empresa china especializada en espectáculos aéreos.

Las luces flotaban con sincronía total, dibujando lo que muchos medios describieron como una “coreografía digital sin precedentes”. El momento más viral: un “árbol del cielo” que creció lentamente hasta tocar las nubes.


Tecnología al servicio del asombro

Nada de esto fue improvisado. Los drones usaron sistemas de posicionamiento satelital con precisión centimétrica (GNSS RTK), sensores inerciales y geocercas que evitaron cualquier choque en pleno vuelo. Todo fue coordinado desde una sola computadora, que calculó miles de trayectorias en tiempo real.

El espectáculo también combinó pirotecnia digital: algunos drones lanzaron fuegos artificiales controlados por IA, logrando que las explosiones siguieran el ritmo de la música. Por si fuera poco, esa misma noche se rompió un segundo récord: 7 496 fuegos artificiales lanzados por drones en una sola demostración.


China, la nueva capital de los cielos

Con esto, Liuyang desplazó a Shenzhen (que en 2024 usó 10 197 drones) y a Chongqing (que en junio de 2025 había logrado 11 787).
Cada récord anterior parecía imposible, hasta que llegó este.

El festival dejó claro que el futuro de los espectáculos ya no está solo en la pirotecnia tradicional, sino en los enjambres inteligentes que transforman el cielo en una obra viva.
Las imágenes del evento se hicieron virales en cuestión de horas, y con razón: verlo era como presenciar una sinfonía de luz.


Más que un récord: un nuevo lenguaje

Los espectáculos de drones se están convirtiendo en una nueva forma de arte, donde el código sustituye la pólvora. Lo que pasó en Liuyang no fue solo un récord Guinness, sino una declaración: la tecnología también puede emocionar.

El reto ahora será mantener el equilibrio entre innovación y seguridad. En los días previos al show, se reportaron pequeños incidentes con pirotecnia y drones, lo que reavivó la discusión sobre la regulación aérea y los protocolos en eventos masivos.